Pertenece al Boletín Algarabía de Junio del 2004
Por Manuel Candón Cornejo
-¡Niñooo ten cuidaito con los coches al cruzar la carretera!
-¡Ten cuidaito no te vayas a caer! -¡No corras mucho!
Esto era lo típico que se escuchaba antiguamente entre los vecinos. Esas madres preocupadas por sus hijos que salen a jugar con sus amigos, al futbito. Las niñas yo personalmente no se con esa edad a que han jugado normalmente por lo tanto, no se que clase de deporte, juegos o distracciones poner, pero si se, que aquello que denomino, como mi generación nos lo pasábamos muy bien. Estoy hablando de unos siete u ocho años atrás, cuando no faltábamos ninguna tarde a la pista, nos reuníamos muchos, de varias edades, todos juntos pasábamos horas enteras pegándole patadas a una pelota.
Poyatos, Cantarranas, Cantalomas y demás. Había (digo yo?) grandes promesas o eso creía, nuestros maestros sin lugar a duda el Pompa (Sergio) uno de los mejores regateadores del pueblo que con sus piques siempre le daba un poquito más de emoción al asunto. De aquellos piques con creo yo, el jugador más testarudo y cabezón pero a la vez uno de los mejores defensas de la cantera, y digo uno de los mejores porque había otros (Manolo Candón, etc.) Si hay un defensa bueno en Cantarranas que todos conozcamos ese es Germán. Para muchos de nosotros la promesa más importante que apareció en Cantarranas todos lo llegamos a imaginar jugando en el Cádiz como mínimo, ya que cuando el hacía las pruebas de acceso para entrar en el Cádiz algunos de nosotros nerviosos como si la cosa fuese por nosotros. También estaba Alberto, jugador muy espectacular que levantaba y sigue levantando pasiones por donde quiera que vaya con el increíble manejo de la pelota. O ese Juanma Cabrales que fue otro de nuestros grandes maestros.
Por supuesto hay que hablar de Pepe, el cual consiguió unirnos a la
Juventud un poco más y nos enseñó lo básico para que por lo menos las patadas al jugar fuesen para las pelotas y no a las piernas y nos consiguió entusiasmar de tal forma que aquí antes se ganaban titulillos y no ahora. Dos, tres equipos, siempre había gente suficiente para echar un rato bueno, difícil era ver pasar los días sin jugar. De alguna forma u otra se hacía deporte, fútbol, el único deporte realmente que hemos practicado en serio, aunque también hemos llegado a jugar al rugby en el campo de fútbol, al béisbol en la plaza, también hay que mencionar los juegos al atardecer como el “contra”, el cual nos duraba hasta largas horas.
Con todo esto lo que quiero decir es que tengo veintiún años, que no soy un viejo, pero que ya tampoco soy un niño, y siento y veo que los niños de hoy en día no tienen gente que los ayude realmente a disfrutar de la vida. No quiero decir con esto que los niños de hoy en día no sean felices sino que debemos concienciarnos de que los años pasan; el deporte, pienso que es algo esencial en la vida de cualquier ser humano. Viajo a cualquier ciudad de las que nos rodean y todo el mundo hace deporte, caminan y están en verdad concienciados de que el ejercicio físico es muy importante. Cantarranas no tiene un paseo marítimo, ni tiene parques ni jardines, tenemos una plaza pero claro, ¿quién se va a poner a hacer abdominales en sus bancos?, pero tenemos calles suficientes para caminar algo, porque esto es chico pero tampoco tanto, deberíamos muchos tomar ejemplo de esas mujeres que por la tarde van a andar por los carriles. Y dirán muchos: “¡ese esta loco! ¿Aquí hacer deporte?”. Ya no por nosotros, (yo soy el primero que me he abandonado) sino por los niños de hoy en día, para que sus sueños y deseos o sus actitudes crezcan con el tiempo, para que encuentren otras distracciones viables y sanas que dejen a un lado la sensación egoísta que les aporta el tabaco, del cual fumas porque tienes ganas cuando lo que haces es perjudicar a tu cuerpo. Ya no basta con los letreros que vienen en los paquetes, vosotros los padres y en especial los padres fumadores debéis saber lo que os aporta el tabaco. Es muy difícil concienciar a un adolescente de algo y más si ese algo se convierte en vicio.
La plaza esta muy bien, nos sirve a todos de lugar de encuentro, pero todos vemos que la juventud cada vez esta más descuidada y eso no es bueno para ellos, debemos de llegar entre todos a un acuerdo para prestar ayuda a nuestra juventud y no conformarnos con pasar por delante y decir “¿¡Y los Niños estos…!”.
-¡Ten cuidaito no te vayas a caer! -¡No corras mucho!
Esto era lo típico que se escuchaba antiguamente entre los vecinos. Esas madres preocupadas por sus hijos que salen a jugar con sus amigos, al futbito. Las niñas yo personalmente no se con esa edad a que han jugado normalmente por lo tanto, no se que clase de deporte, juegos o distracciones poner, pero si se, que aquello que denomino, como mi generación nos lo pasábamos muy bien. Estoy hablando de unos siete u ocho años atrás, cuando no faltábamos ninguna tarde a la pista, nos reuníamos muchos, de varias edades, todos juntos pasábamos horas enteras pegándole patadas a una pelota.
Poyatos, Cantarranas, Cantalomas y demás. Había (digo yo?) grandes promesas o eso creía, nuestros maestros sin lugar a duda el Pompa (Sergio) uno de los mejores regateadores del pueblo que con sus piques siempre le daba un poquito más de emoción al asunto. De aquellos piques con creo yo, el jugador más testarudo y cabezón pero a la vez uno de los mejores defensas de la cantera, y digo uno de los mejores porque había otros (Manolo Candón, etc.) Si hay un defensa bueno en Cantarranas que todos conozcamos ese es Germán. Para muchos de nosotros la promesa más importante que apareció en Cantarranas todos lo llegamos a imaginar jugando en el Cádiz como mínimo, ya que cuando el hacía las pruebas de acceso para entrar en el Cádiz algunos de nosotros nerviosos como si la cosa fuese por nosotros. También estaba Alberto, jugador muy espectacular que levantaba y sigue levantando pasiones por donde quiera que vaya con el increíble manejo de la pelota. O ese Juanma Cabrales que fue otro de nuestros grandes maestros.
Por supuesto hay que hablar de Pepe, el cual consiguió unirnos a la
Juventud un poco más y nos enseñó lo básico para que por lo menos las patadas al jugar fuesen para las pelotas y no a las piernas y nos consiguió entusiasmar de tal forma que aquí antes se ganaban titulillos y no ahora. Dos, tres equipos, siempre había gente suficiente para echar un rato bueno, difícil era ver pasar los días sin jugar. De alguna forma u otra se hacía deporte, fútbol, el único deporte realmente que hemos practicado en serio, aunque también hemos llegado a jugar al rugby en el campo de fútbol, al béisbol en la plaza, también hay que mencionar los juegos al atardecer como el “contra”, el cual nos duraba hasta largas horas.
Con todo esto lo que quiero decir es que tengo veintiún años, que no soy un viejo, pero que ya tampoco soy un niño, y siento y veo que los niños de hoy en día no tienen gente que los ayude realmente a disfrutar de la vida. No quiero decir con esto que los niños de hoy en día no sean felices sino que debemos concienciarnos de que los años pasan; el deporte, pienso que es algo esencial en la vida de cualquier ser humano. Viajo a cualquier ciudad de las que nos rodean y todo el mundo hace deporte, caminan y están en verdad concienciados de que el ejercicio físico es muy importante. Cantarranas no tiene un paseo marítimo, ni tiene parques ni jardines, tenemos una plaza pero claro, ¿quién se va a poner a hacer abdominales en sus bancos?, pero tenemos calles suficientes para caminar algo, porque esto es chico pero tampoco tanto, deberíamos muchos tomar ejemplo de esas mujeres que por la tarde van a andar por los carriles. Y dirán muchos: “¡ese esta loco! ¿Aquí hacer deporte?”. Ya no por nosotros, (yo soy el primero que me he abandonado) sino por los niños de hoy en día, para que sus sueños y deseos o sus actitudes crezcan con el tiempo, para que encuentren otras distracciones viables y sanas que dejen a un lado la sensación egoísta que les aporta el tabaco, del cual fumas porque tienes ganas cuando lo que haces es perjudicar a tu cuerpo. Ya no basta con los letreros que vienen en los paquetes, vosotros los padres y en especial los padres fumadores debéis saber lo que os aporta el tabaco. Es muy difícil concienciar a un adolescente de algo y más si ese algo se convierte en vicio.
La plaza esta muy bien, nos sirve a todos de lugar de encuentro, pero todos vemos que la juventud cada vez esta más descuidada y eso no es bueno para ellos, debemos de llegar entre todos a un acuerdo para prestar ayuda a nuestra juventud y no conformarnos con pasar por delante y decir “¿¡Y los Niños estos…!”.
1 comentario:
Este texto, esta opinión, me parece muy actual... ay Manolito!! releete!
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