viernes, 13 de marzo de 2015

DEL CUADERNO AL WASAP

   Si hay algo que podemos resaltar de las últimas cincuenta, sesenta o setenta décadas es el cambio a todos los niveles del mundo que nos rodea. La tecnología, medicina, política,…. ha dado un estirón a partir de cierta estabilidad. Ha sido y es una etapa ciertamente fructífera. Ahora parece que asoman rasgos y con motivo de descontento, indignación,… quizás por la deriva del demasiado aburguesamiento de los sillones de poder.

   Pues todo esto puede aplicarse a las zonas rurales de igual modo. Procuren imaginar Cantarranas a mediados del siglo pasado: chumberas,mandiles, pañuelos en la cabeza, barro, chozas, bestias, pavos, cochinos, carburo, churretes, lebrillos, cántaros,…. Y hoy día: farolas, asfalto, plaza, pista deportiva, nave multiusos, internet,… hay vecinos que han experimentado este salto tecnológico y ese cambio paulatino se les ha venido encima. Que niño de diez años en los sesenta iba a pensar que a dia de hoy iba a hablar con su hijo por wasap.

   Esta foto de principios de los ochenta, que nos vale de excusa para la entrada, refleja las consecuencias de un tiempo en el que la escuela no era lo primero. Estas mujeres, apenas habían aprendido a hablar y correr un poco y ya estaban guardando pavos, cochinos,… por cercados y campiñas. Ya en su mocedad, muchos de ellas como ellos, se “acomodaban” en casas de gente algo más pudientes para trabajarles a cambio del sustento y a veces algo extra. Una boca menos en casa se notaba.


De izquierda a derecha: Ana Martínez Melero, María Vallejo, Isabel Martínez Melero, Antonia Vallejo Callado y Petronila Reina.

   En Cantarranas en los cincuenta y sesenta, no había escuela. Las más cercanas era en las Mesas de Algar o el Colegio de San Juan (cerca de Cucarrete)….. o clases particulares con el maestro Candón, el cual daba las clases por la tarde/noche después de dar de mano en sus faenas los niños.

   ¿Quién mueve a estas mujeres para aprender a escribir y leer estando ya casadas?. La función social y cultural de congregaciones religiosas en zonas rurales en tiempo de poca infraestructura, ha sido fundamental. En Cantarranas en los ochenta estaba y aun está Santa Joaquina de Vedruna. Es verdad que hay trasfondo religioso muchas veces detrás, pero hubo a parte de esa doctrina, un afán cultural y social profundo. La muestra es la imagen. Estos talleres o clases se realizaban en la casa de una alumna, la cual brindaba. Monjas como Nati, María Franco,… venidas de ciudades, han sido impulsoras de talleres de escritura y lectura para mujeres, amas de casas practicamente analfabetas. Han brindado su esfuerzo y vocación para con quien apenas se  podían defender en los más básico. Y quizás, ese respeto y obediencia hacia los religioso hizo que estas amas de casa dieran ese paso adelante y le perdieran el miedo a un lápiz o a una ficha de lectura. E incluso, montaron una excursión a Ceuta para pasar un día. Imaginar lo que puede suponer cruzar el estrecho a gente que solamente ir en su mocedad a Vejer era una excursión.

   En los años setenta se construyó un colegio en Cantarranas, al cual acudían los niños en horario escolar normal. Pero por el Ayuntamiento, se realizó varios cursos de clases para adultos, con el fin de sacarse el graduado. Las clases, para hombres y mujeres se realizaban de noche, después de la jornada laboral. El examen para obtener el título lo realizaban en Barbate. Hubo varios cursos de graduado para adultos, el último fue en la década de los noventa.

   Por distintos motivos, la historia se repite. Chavales que con dieciseis se han quitado del IES para trabajar teniendo como sueño máximo un bmv o audi, después de pincharse el ladrillo, han vuelto a coger el boli para sacarse el graduado que dejaron mal aparcado. Quizás por eso, estas mujeres y toda su generación, le dijeron a sus hijos y ahora a sus nietos eso de “estudia y hazte de provecho”




martes, 10 de marzo de 2015

DEL DÍA DE LA MUJER 2015 (HOMENAJE A MANUELA MUÑOZ RAMÍREZ)



Día Internacional de la Mujer (sábado 7 de marzo del 2015)

Dice la máxima de Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”…  Una tiene lo innato, su formación personal a lo largo de los años y lo que empapa de su alrededor. Nuestra mujer del año tiene ese perfil a pies juntillas.

En el ´53 vino a ver este mundo en Cabañas la segunda de tres hermanos. Isabel, Juani y Sebastián. Una infancia propia de aquellos años para niñas del campo. Ayudar a su madre en las labores del hogar, en la huerta, pavos,.... pero entre familias comunes, visitas a Cucarrete para ayudar a su tío Lorenzo o venidas al cine de Las Lomas,… fueron gotas a gotas para que se fuera fijando en ese apuesto  “despatarrao” llamado Manolo Reyes. Y el 10 de agosto del ´75 se casaron. Cual sería la noche de boda que su hija Rocío nació exactamente nueve meses despues, el 10 de mayo. Luego vendría Elena y al tiempo Germán. 

Los hijos creces y al tiempo han llegado los nietos. Juan, Ana y el pequeño Héctor. Cuando pasan días en su casa, son su trajín, sus atenciones, su miel, su risa, su baba caida,….  su beso de; “buenas noches abuela”.

Desde ese 1975,  la vida en matrimonio se centró en trabajar en el bar y más bar. La tienda, la barra, matanza,… ocupaba mucho tiempo del día, pero aún quedaba resquicios para ir a algún festejo, aunque al día siguiente hubiera ojeras. A veces no hacía falta salir para quedarse hasta las tantas. Hace años, cuando  los chavales iban a ver a otros pueblos como Benalup, Alcalá,…. a la vuelta, se pasaban por el bar para tomarse alguna copa más. Ya saben, para quien no tiene bulla, nunca es tarde. Y había ferias, había meneo de gente por los bares,… y había una tapa estrella, a parte de las chacinas, que era la zadurita de conejo. Dicen muchas y muchos que era donde mejor se hacía y comía. Al tiempo se dejó de poner esa tapa,….era poco viable y porque no decirlo, un coñazo.
  
En estos últimos años, se ha quedado sola con su marido en su casa, los hijos han volado aunque a veces se dejan ver. Tiene su vida en su bar, tienda, sus dulces, nietos, copla, miércoles al Palmar, sus plácidos paseos despues de comer,….

Claro que se han quedado cosas en el tintero. ¿Pero para qué decir más?... con lo dicho basta. Además, la tenemos aquí delante, pregúntenle vosotros mismos. Este reconocimiento y homenaje te lo damos tus vecinos y familiares. Aquí estamos desde ayer, hoy y mañana.

Quién le iba a decir a esa niña de Cabañas que se acerca su jubilación entre chacinas, vinos, mandaos y papel de estraza. Ahora tendrá más tiempo para sus paseos, su repostería y sus nietos….e incluso para su marido y viceversa.

Hoy queremos darle un fuerte aplauso, beso y abrazo a nuestra vecina Manuela Muñoz Ramírez.